Oración Contestada
Mi cáncer empeoró y las opciones de mi tratamiento escaseaban. Decidí retirarme de la enseñanza y enfocar el resto de mi vida en el plan de Dios. Entre tratamientos y efectos secundarios, me involucré en oportunidades de ayuda comunitaria -- compartiendo mis pruebas y compartiendo mi fe con aquellos que estaban en circunstancias similares. A medida que mi cáncer empeoraba, mi hijo aumentaba su apuesta emocional en mi recuperación. Su corazón se empezó a suavizar y buscó oportunidades "espirituales" para reflexionar y orar. Viendo una entrada, su esposa sugirió que su familia asistiera a la iglesia. Ella buscó una iglesia grande, progresista, donde mi hijo pudiera identificarse. Mi hijo comenzó asistiendo periódicamente "para apoyar a su esposa y a su familia." Mis años de oración estaban comenzando a dar fruto.
Después de pocos meses de asistir a la iglesia, mi hijo se encontró con un pastor que usaba un enfoque racional, basado en la evidencia, para enseñar la Biblia. Este pastor le habló al corazón de mi hijo. De nuevo, mi nuera aprovechó la oportunidad y encontró en la iglesia una serie de enseñanzas basadas en evidencia, de varias semanas de duración. Desafió a mi hijo a que asistiera y en su espíritu de orgullo e intelecto, él aceptó el reto.
Mi hijo se adhirió al reto, y alrededor de seis meses después, me pidió que asistiera a la iglesia con él en el día de las madres. Fue allí, a mi lado, que re-dedicó su vida a Cristo después de 20 años. Luego fuimos a almorzar, y compartió su trayectoria conmigo, pidiéndome que fuera su mentor espiritual en el siguiente capítulo de su vida. ¡Obviamente estoy encantada! Después de 20 años de ferviente oración, mi más grande deseo se hizo realidad. Después de cinco años de cáncer, se le daba significado a mi dolorosa prueba. Sé paciente, sé perseverante, se constante en la oración -- Dios lo sabe todo y Él está en control absoluto del momento preciso.
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