Pensamiento Positivo
A los 16, mi hijo era un consumado miembro de la "religión" del pensamiento positivo y del éxito. Comenzó a trabajar en los veranos para su padre en las zonas en construcción. Su padre esperaba y recibía trabajo duro y comportamiento responsable. Le dio a mi hijo un auto (como justificación era un "auto de la compañía"), y eso le permitió a mi hijo viajar más libre y regularmente a casa de su padre. Vistió a mi hijo con las mejores ropas, lo ayudó a ganar la elección de presidente del cuerpo estudiantil, y lo ayudó a alcanzar el título de "adolescente más destacado" de nuestro condado. "Puedes hacer cualquier cosa que te propongas," su padre siempre solía decir. Mi hijo comenzó a recibir aplicaciones para la universidad de las mejores escuelas de la costa este.
Durante este periodo, visité mucho a consejeros con mi segundo esposo. Nos separamos por un año. Sólo después de que su negocio de autos clásicos fracasó, regresó a casa. Mi hijo tuvo problemas con el regreso de su padrastro, pero lidiaba con él como con un “hermano menor,” diciendo que él tenía ahora una imagen de padre y que no necesitaba otro.
Yo estaba contemplando el fracaso de un segundo matrimonio. Como cristiana, contemplaba el repetir mi segundo mayor error en la vida. Adicionalmente al apoyo cristiano, busqué apoyo emocional en la forma del pensamiento positivo y la expresión. Fui a los cursos de John Roberts Powers y Dale Carnegie. Sólo trataba de sobrellevar las cosas.
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