Poder de la Oración
Mi relación con mi hijo durante la universidad se convirtió en "amistad." Yo le enviaba tarjetas graciosas casi a diario, y lo visitaba al menos una vez al año. Aprendí rápidamente a evitar tópicos relacionados con "religión." Mi hijo buscaba cada oportunidad para ejercitar sus habilidades en el debate, y yo no estaba equipada para lidiar con sus posiciones duras de base intelectual. Así que, de nuevo, solamente lo amaba y oraba por él. Estuvo feliz con el grupo de compañeros que encontró en la universidad. Un grupo que se auto-describía como "duros en el trabajo y en el juego" de alrededor de 10 muchachos, muchos de los cuales provenían de hogares numerosos, estables y católicos de la costa este. Indirectamente, fueron una gran influencia en mi hijo. Y qué casualidad, yo comencé a salir con un católico durante ese periodo, y asistí a la iglesia católica por alrededor de un año durante nuestro noviazgo.
Mi hijo regresó a California para la escuela de leyes. Fue grato tenerlo más cerca, pero fueron tres años difíciles. Tuvo su primera relación seria, y ella era "totalmente equivocada" para él. Emocionalmente, quedó maltrecho. Físicamente, también enfrentó desafíos durante este periodo, cuando le diagnosticaron un melanoma maligno en la espalda. Él era muy independiente durante este periodo, y ni siquiera me dijo acerca del cáncer hasta semanas después. De cierta forma estaba actuando casi como un "mártir." Estaba muy delgado, y yo estaba preocupada.
Así que continué entregándoselo a Dios en oración, a menudo hasta cuatro veces al día. Continué mis oraciones por su salvación y por una esposa devota. Añadí también una oración de sanidad.
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